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por mucho tiempo he pensado en temas importantes para mis hermanos, historias que nos llevan a meditar, sobre cual es el comportamiento que sigo según la voluntad de Dios, ¿cumplo con sus expectativas o no?, es momento de valorar que me falta, porque de verdad quiero ser como Jesús.

lunes, 20 de febrero de 2012

Para ser como Jesús hay que ser como Abraham


El primer reto que Abraham fue el escuchar la voz de Dios y creer, este hombre después de dos situaciones muy frustrantes por parte del hombre hacia su creador, en el intento de este ultimo por tener una relación mas intima con la cúspide de su creación, fracasaron; primero tiene que venir el diluvio por el aumento de la maldad en la tierra, mas tarde el asunto de la torre de babel, en ese contexto vemos que lo que menos quiere hacer el hombre es escuchar la voz de Dios, y ahí justo en ese momento aparece Abraham, y la historia de la humanidad que leemos en el libro de génesis de pronto cambia a un solo hombre, el que si quiere escuchar la voz de Dios, el que esta dispuesto a obedecer, no importa que tenga que dejar su tierra, sus parientes, su pasado, para vivir un nuevo presente pero sobre todo confiar en la promesa de un precioso futuro, todo esto solo escuchando la voz de Dios, cuantas cosas pasan, cuanto puede cambiar su vida,que tan diferente puede ser mi presente y mi futuro, si escucho la voz del Señor, lo mismo paso con Jesús, escuchaba la voz de su Padre, obedeció en todo momento y esa obediencia, cambio su presente, su futuro y el nuestro para siempre.
En génesis 12:4 se nos dice que la edad en la que obedeció Abraham a Dios a los 75 años, es decir ya tenia una vida hecha, lo cual da mas valor a la decisión, no se ustedes pero que difícil seria dejar para los que tenemos una vida hecha, todo lo que somos y tenemos, ir a un lugar que no conocemos, ni sabemos que nos vamos a encontrar allá, ademas de que le esperaba un camino, lleno de peligros,solo confiando en el Señor, vaya ejemplo para nosotros, varias veces Abraham tomo decisiones que cambiarían su vida, esta es la primera, usted recuerda la primera vez que escucho la voz del Señor, la pregunta seria ¿usted sigue escuchando su voz? y mas que esto ¿sigue obedeciendo esa voz?, porque si o porque no, recuerde debemos parecernos a Jesús, y su ejemplo fue muy claro.
Armando Fabela Valdespino

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